Tratando de guardar mis recuerdos,
detrás de la luna menguante
Recordé un instante,
que estaba bien escondido,
en mi memoria
Un recuerdo tan amado
Un recuerdo atesorado
Un recuerdo...
En donde mi abuelo,
me abrazaba y a escondidas
me daba un barquito
Un barquito,
una moneda,
de cinco centavos
Con esa moneda compraba
una naranja pelada,
una chipa y un barquito
Un barquito de papel.
A veces quiero salir de este invernadero y enfrentar lo que sea al otro lado.
Acá todo está tan caliente y prefiero un poco de calma fría.
Romper el esquema que sostiene al mundo.
Resquebrajar cada tuerca, cada bulón que sostiene al engranaje social e hipócrita.
Quiero vivir sin este engrudo que te traga y luego te escupe por inservible.
Es verdad...quiero ser mariposa multicolor de América del sur.
La belleza se encuentra por donde la busques, por donde la mires
Debo pensar entonces que está en los ojos de quién busca y mira
Quizás se encuentra en cada niño que abre los ojos por primera vez
El amor es belleza en su máxima expresión
Debo pensar, quizás la belleza está en cada cosa creada
En la existencia
La belleza es un soplo de vida.
Todavía no me has besado
Aún no sonaron las campanas de los besos
Todavía hay tiempo
Aún los poemas no se han borrado
Todavía en viento susurra las canciones
Aún los pétalos no se han cerrado
Todavía el sol no se ha perdido
Aún deseo ese beso.
Pensé que había alguien conmigo, susurrándome cosas en el oído.
Pero estaba sola, eran mis voces de siempre que me dicen que hacer.
Lo bueno estaba en que nadie escuchaba.
Solo yo...
Solo yo estaba conmigo.
Aunque mirando más atrás estaba él.
El que dice algo y yo no lo entiendo porque estoy tan concentrada en las cosas de la vida.
La vida que pasa a mi lado y quiero alcanzar.
Aprovecho este viernes siete de abril para abrir un milímetro más de mi mente, pensar y resolver cuestiones mías acumuladas en el tiempo.
La vida fluye en este otoño
Los días se suceden
Las noches se sueñan
Todo alrededor se pinta con los colores de un ocre peculiar
Con los colores de los besos furtivos (para culpar a las hojas que caen sobre la piel
Con la complicidad del tibio sol, que escondido detrás de las nubes, sonríe socarrón)
Solamente...puedo decirte que esas cosas ya son mías.
