martes, 1 de noviembre de 2011
A través del cristal de copas nacaradas
Gaviota se veía muy preocupada...hace tanto que no veía a su Saltamontes...y le llegaban historias muy contradictorias acerca de su afición a la idiotez...una adicción difícil de erradicar del sistema...
Ella no sabía si todo era una parodia para pasar desapercibido ya que los idiotas abundaban y si no querías contagiarte tenías que parecer un idiota...
Ella...la Gaviota ya sabía lo que era vivir con uno y sinceramente no quería otro.
Mirando hacia el horizonte, descubre donde se halla metido su amado Saltamontes...este en realidad estaba haciendo un curso para saber volar en ala delta...quería volar de alguna manera...para acompañar a su Gaviota.
Ella la Gaviota se conmovió hasta lo mas profundo de sus alas...y decidió desechar todas esas historias malintencionadas de las mariposas que pululan alrededor de las luces...
El señor Búho quiso adelantarse al día del ulular de las sirenas pero no pudo...se tuvo que resignar a pasar un día normal....las sirenas no habían acudido a la cita milenaria por razones inestables.
En realidad, no siempre se entiende las cosas que nos regalan las letras...del ocaso...bastará con mirarte a los ojos y todo será atendible.
Ella...la Gaviota...se queda mirándolo...extasiada y feliz...su Saltamontes...es feliz...con su ala delta...lo oscuro le queda tan bien...mas a través del cristal de copas nacaradas.
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Es tan fácil creer que la persona que una ama...quizás por demás...no es un idiota...
ResponderEliminarCuál será lo más apropiado?; no lo sé; ¿hacerse el tonto y que nos sigan engañando; apoyando incluso el engaño con historias que nosotros mismos avalamos?? o poner las cosas en su sitio y si tenemos una relación pues la respetamos con una comunicación abierta y sincera.
ResponderEliminarUn abrazo