Fue ese día en que Anaclotas visitó Chinís...esta lo había recibido alborozada...tímida y con muchas ganas de tomar unos mates calientitos
Apenas caían unas gotas de licor azucaradas de licor de rica mandarina añeja...muy añeja
El día se prestaba para poder hilar sueños engarzados...ellos estaban en su ardua tarea de pasarla lo mejor posible
A veces es tan difícil olvidar que el mundo existe detrás del gran ventanal
También es verdad que Anaclotas se esmeró mas de lo habitual...lo habitual es tan...habitual
Los ojos de Chinís eran lunas amarillas en su momento...quizás era el ideal para sentir de nuevo...tal vez no...pero así pasó...nadie lo puede negar...como tampoco probar que el sol amanece con el día
Las risas de sus corazones se escuchaba desde el fondo de la choza de algodón...tremenda algarabía se traía el viento que pasaba por ese lugar...un cielo aparte para los dos...
Ummm.. interesante.
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