La noche helada, propicia para salir de cacería.
Hay fruta fresca en los jardines y golosinas en los canastos.
Dejando en claro, el espíritu de los niños en cada corazón.
Las travesura dicen mucho, cuando hablan
Los traviesas somos nosotros.
En las acciones que dejamos a nuestro paso por el bosque.
En este viaje maravilloso, espiamos a los humanos, a los otros-otros,
A las aves en sus nidos.
A la luna en su encanto y su brillo.
Sabemos que no podemos alcanzar la luna con las manos.
Y sin embargo, lo intentamos, cada vez.
La noche, una señora cómplice, se ríe complacida.