Ya en la playa, decidió probar el agua, cuando vio que estaba deliciosa...se quedó...y se quedó tantas horas que los cachetitos le quedaron muy arrugados.
Al pasar delante de las bellas damitas...estas tuvieron que mirar hacia lo lejos para no reír del infortunado Saltamontes.
Saltamontes se tomó una siesta reparadora para después al atardecer seguir con su pavoneamiento. Al llegar a la playa...vio que el mar tendía su mano y le susurraba...ven...ven a mi y te acunaré entre mis olas tibias y Saltamontes fue...
Estuvo en el mar toda la noche jugando, haciendo toda clase de piruetas en el mar que dicho de paso estaba hermoso...muy hermoso.
Al amanecer...muy cansado volvió a su habitación. Al medio día, después de tomar un rico licuado de mangos, volvió a la playa y decidido se estiró en la arena mostrando su particular cachete al sol...que furioso al ver tanta desverguenza al aire... lo castigó duro...muy duro y el resultado fue...cachetes al rojo vivo.
He cometido una imprudencia...me he unido a un club de poetas y...he posteado un poema de este espacio que es nuestro y después me arrepentí...porque lo que es tuyo es tuyo.
ResponderEliminarNo quiero mezclar los tantos...lo que escribo en otro lado si lo puedo escribir aquí pero lo de aquí no.
Te quiero...ahí
ResponderEliminarTe quiero conmigo...siempre
Creo que...voy a ir al recital de La Renga
ResponderEliminarQuiero ir...quiero ir...quiero ir...
Dicen que va a ser el último...eso dicen