Me pareció verte dentro de la multitud
Ibas tan colorido, eran tus ojos dos girasoles
Ibas tan abierto a lo que pueda suceder, era tu boca una sonrisa
Me pareció verte volar en tus canciones
Ibas tan concentrado, cerca de la noche
Ibas tan enamorado, cerca de la felicidad
Suspiré con amor
Yo pensaba salir a un encuentro furtivo en este sueño
La realidad está lejos
El panorama se asemeja a una nube esponjosa
Nadie mira
El cielo nublado y la noche lluviosa
La humedad se arrincona al costado del viejo hogar
El televisor hace ruido, tanto como mi estómago
De verdad, un carlitos me espera, lo acompaña un café
El encuentro está programado.
Una última caricia
Antes que el fuego se apague
Aunque siempre hay un mañana
Esta vez fue hasta la única gota que quedaba,
del potente elíxir de la vida
Por este año.
Imagino bailando al compas de la canción
La que cantas para mi
La que canto para vos
Supongo que te llegará una caricia
Supongo que me llegará una tos
Supongo que estamos en la misma sintonía
Ese cielo de locura compartida
El insomnio me visitó anoche
Algo enojada lo mandé a bañar en la pileta del vecino
Su rostro tenía tu cara
Su voz parecía exageradamente sugerente,
no me dejaba en paz
De repente, me miró y me dijo adiós, hasta un nuevo encuentro.
Muchas veces no veo a la luna, a pesar de saber que parece una roca hueca y fría, que recibe luz del sol.
De alguna manera me atrae y la busco.
Cuándo no la encuentro, la imagino detrás de las nubes, espiando a los trasnochadores, vigilando algún ataque extraterrestre.
Muchas veces pongo una botella de agua en la muralla y después, al otro día bebo agua de luna, es ricasa,
más que una cerveza helada en una noche de calor sofocante y cruel.
Muchas veces la miro y la veo en situaciones infrecuentes y no le digo a nadie.
Lo que pasa con la luna, queda en la luna.
Ser feliz, no es fácil.
Sin embargo,
divertidas son,
las cosas que pasan en la búsqueda.
Noche de luna llena
Noche de cacería
Noche de mujeres
Noche de reunión
Noche de sueños
Noche de palabras
Solamente, noche y luna.
Las personas no se dan cuenta del daño que hacen a otros al hablar sin pensar
Es como si ellos siempre tuvieran la razón y su palabra es la única que vale
Pero yo no hago nada, solo espero
Un día obtengo mi revancha sin haber movido un dedo
La vida se encarga, siempre.
Hubiera querido...
Reír en tu cuello, infinitamente
Hubiera querido...
reflejarme con el sol, bajo una lluvia mansa
Hubiera querido...
dormir bajo las sábanas, suaves del amor
Hubiera querido...
Cabalgar al viento, sin escoba, gritar de madrugada y estrellarme en tu boca
Hubiera querido...
escapar de estas paredes que me miran irónicos, riéndose a escondidas
Hubiera querido...
volar con las nubes de este agosto, seco y quejoso.
