Muchas veces no veo a la luna, a pesar de saber que parece una roca hueca y fría, que recibe luz del sol.
De alguna manera me atrae y la busco.
Cuándo no la encuentro, la imagino detrás de las nubes, espiando a los trasnochadores, vigilando algún ataque extraterrestre.
Muchas veces pongo una botella de agua en la muralla y después, al otro día bebo agua de luna, es ricasa,
más que una cerveza helada en una noche de calor sofocante y cruel.
Muchas veces la miro y la veo en situaciones infrecuentes y no le digo a nadie.
Lo que pasa con la luna, queda en la luna.
y cada noche es diferente.
ResponderEliminaresta que nos traes es feminista
Abrazoo
Igual que en Las Vegas.
ResponderEliminarLa Luna sí que sabe guardar secretos, los propios y los ajenos.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Te amo y ala Luna tmb
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