La realidad es que no sabemos nada de nadie,
tampoco sabemos de las cosas
No conocemos a las personas que viven al lado de nuestras casas,
tampoco es conocemos mucho a la persona que se acuesta todas las noche en nuestras camas
No sabemos hasta cuando
Seremos tan ciegos, tan obtusos y tan tercos
El mundo se achica un poco cada día
El tiempo corre cada vez más rápido
La gente se vuelve cada vez más indiferente
A nadie le importa nadie
Ya nadie valora el esfuerzo de nadie
Así nos vamos convirtiendo en nadie,
al final seremos nada
Personas grises y sin aromas.
Al final: la nada.
ResponderEliminarEse es nuestro destino y parece que algunos ya quieren vivir así.
Besos.