Existe el único atardecer, justo ahí, donde se apartan los mensajes de las aves tropicales.
Existe un único momento donde mis pensamientos vuelan hasta vos.
Eso me encanta...
Eso me satisface sobremanera y sobre la mesa.
Bueno me voy...a mi instante mágico.
.jpg)
Quizás no sea hoy,
tal vez sea mañana.
Mientras miro las llaves,
recuerdo los propósitos de cada una.
La llave del corazón,
duele un poco al tratar de abrir esta cerradura, está muy sensible,
a cada roce, a cada toque de mis heridas, están en un lenguaje silencioso.
Me consuelo con el hecho de que sigo latiendo.
La llave que transforma,
el día a día de la vida, en horas mágicas, en horas de pura risas en mi entorno.
La llave guardiana de mis secretos,
trato de no usarla asiduamente y a la ligera,
no hay muchos secretos, sin embargo los mezquino.
Todas estas llaves místicas, me ayudan a proteger
las cerraduras que simbolizan las esencias de mi persona.
Las mantengo ocultas a los ojos ajenos,
dónde nadie pueda llegar y dejarme expuesta a los saqueos emocionales.
O tal vez, algo más oscuro, que me destruya por completo.
.jpg)
A lo lejos se ve la figura fantasmal de la brujita Mare, su gata negra la acompaña y la protege.
Quizás la cuida de la soledad, tan inestable y quejumbrosa.
Todo resuena en ella, desde sus huesos viejos hasta sus cabellos, cayéndose, rompiendo el silencio del bosque.
No creo que tengan miedo.
Reconocen cada sendero, cada hoja seca, cada flor marchita, cada nido de las charatas y donde se posa el carancho.
Me gustaría comer un caramelo de fresas, piensa la gata:
me gustaría ver al sol en estos momentos, piensa Mare.
Sin embargo el día está nublado y el almacén mas cercano está del otro lado río que cruza el bosque.
Las dos vuelven sobre sus pasos, la noche va descargando su oscuridad sobre cada rincón del lugar.
El asunto es...
¿Vale la pena volver?
Tal vez...
Hubiera salido el sol
Hubiera abierto el almacén
Pero como los "hubieras" no existen, no pasa nada.
Buenas noches Pochi Moni.
Imagino...
Es viernes y me voy
Recorro cada esquina,
cada recodo,
de ese cielo que me atraviesa
Es la felicidad
Es mi razón de ser
La forma de ver mas allá de las narices
Tal vez no sea normal
Quizás no sea común
Pero soy yo, quién imagina.
Ella es mi mascota humana
Se llama Rocío y le gusta mirarme
Es buena, le es fácil comprender mis necesidades
Y sin embargo hay algo en ella que no entiendo
A veces creo que piensa mucho o queda mirando el vacío,
sin motivo aparente
Rara vez se enoja conmigo
Muchas veces acaricia mi cuerpo,
creo que no comprende, lo frágil y hermoso que soy
que no tolero tanta invasión de mi espacio personal
No imagina la conexión ancestral con los abuelos gatunos del otro plano
¡Oh diosa Bastet!
¡Dame paciencia!
Yo trato de mantenerla fuera del riesgo,
pero ella insiste en ir al baño del peligro,
dar vueltas de habitación en habitación, limpiando,
mojando todo a su paso, no se da cuenta de lo dañino que es el agua,
le gusta irse afuera, lejos y tardar eternidades en volver
Lo más triste es que cuando complete mi tiempo con ella,
debo volver y comenzar otra vez el mismo ciclo
Siete veces.
Me encanta que te encante...
Mirar a través de mis ojos
Y verme así...tal cual
Bella
Con la risa en mis labios
El corazón en mis besos
Y la palabra entrelazada en los suspiros
Y el espectáculo comenzó, sin mi
Sin embargo a pesar de todo eso y demás,
yo tranquila, hilvanado historias en mi corazón
Con lobos y caperucitas en pleno invierno
Con macetas de flores pintadas en un cielo que quedó en el recuerdo
Con algunas hojas secas cayendo de este otoño
Con canciones sueltas en el aire
Yo tranquila, el amor se sienta junto a mi.
Antes de partir
Tendría que mirar el buzón de la primavera
Podría dar de comer a mis gatas
Recordaría un pequeño instante de felicidad
Grabaría tu rostro en mi retina
Antes de partir
Rompería los esquemas que me unen a este mundo
Sonreiría por última vez al escuchar tu canción
Abriría las puertas del sol para que ilumine mi camino
Abriría las puertas de la luna para que me oculte.
