Jala una silla, siéntate a un lado aquí
Mira las plantas, como reaniman la vista alrededor.
Jala una silla, siéntate a un lado aquí
donde pegue el sol.
Mira las plantas, como reaniman la vista alrededor
Parece mentira, los pájaros vuelan hasta mi balcón.
Mira los niños, juegan con globos de cualquier color.
Mira la gente, compra helados de cualquier sabor.
Parece mentira, que haya tanta vida en este lugar.
¡Qué felicidad!
Parece mentira, que entre tanta gente en esta ciudad
no tenga a nadie con quién compartir
la vista desde mi casa este sábado
al medio día.
Cafe Tacuba
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🤗🌹
ResponderEliminarCuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
ResponderEliminarY al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
ResponderEliminarRespondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.
ResponderEliminarLos ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.
ResponderEliminarMientras ellos se iban, comenzó Jesús a decir de Juan a la gente: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
ResponderEliminar¿O qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están.
ResponderEliminarPero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.
ResponderEliminarPorque éste es de quien está escrito:
ResponderEliminarHe aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti.
De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.
ResponderEliminarDesde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.
ResponderEliminarPorque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.
ResponderEliminarY si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.
ResponderEliminarEl que tiene oídos para oír, oiga.
Mas ¿a qué compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros, diciendo: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no lamentasteis.
ResponderEliminarPorque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene.
ResponderEliminarVino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.
ResponderEliminar( El Santo Evangelio Según San Mateo 11: 1-19 )